
- Variedad*: 40% Mencía, 20% merenzao, 10% garnacha tintorera, 30% restante: brancellao, grao negro, ferrón y sousón
- Elaboración: Vendimia manual en cajas de 15 kg. Fermentación con levaduras autóctonas en una única barrica abierta de 500 lt. 30% de la uva fermentó con raspón y pisado al modo tradicional. El resto fue despalillado sin estrujar
- Crianza: Reposa durante 12 meses en barrica de 225 lt
- Graduación: 13%
Toda la uva procede de una única parcela de 975 m orientada al norte, sobre suelo de pizarra poco profundo. Se encuentra a una altitud de 800 m en el valle en V que forma el río Casio, afluente del Sil. Las cepas fueron plantadas en el año 1910 en una ladera suave ¡Tienen 112 años! Viticultura orgánica sin certificar.
Así lo vemos
El vino tiene color rojo cereza picota con capa ligera, muy juvenil.
En nariz tiene un perfil muy fresco y jovial, con la fragancia balsámica del pino, y el crujiente de la fruta roja fresca: frambuesas. La fruta negra y azul es sin embargo madura y exuberante: moras y ciruelas.
Las flores azules y su esencia se entremezclan con el regaliz negro que nos trae recuerdos de terciopelo y toques ahumados, dotándolo de profundidad. La dulzura del caramelo tostado, la carnosidad del hummus y el licor de cerezas contrastan con una marroquinería muy fina, componiendo una nariz que parece sencilla y que sin embargo te va ofreciendo matices por doquier como si nada.
En boca entra suave pero chispeante, la fruta es roja y crujiente, el hollejo maduro, se siente el suelo y las hierbas aromáticas que crecen sobre él, que con su ligero amargor, lo hacen muy sabroso.
Tiene muy buena y equilibrada acidez, gran limpieza, un tanino honesto y una notable persistencia que no te esperas pues a lo largo de toda la cata siempre ofrece un perfil muy jovial, desenfadado y alegre, extremadamente agradable.
Recomendación de consumo:
El Bascois 2019 es un vino que despierta los sentidos, que busca tu complicidad con su honestidad. Muy versátil gastronómicamente, no busca la complejidad porque no la necesita, y sin embargo y sin que te enteres, te la regala.
Su aparente juventud e indudable frescura lo convierten en el compañero ideal de barra, tapeo y charla animada. Pero no os confundáis y guardad una botella para la mesa, su no-buscada complejidad marida a la perfección con verduras: asadas, a la plancha o en menestra, con salmonetes, truchas, pulpo, calamares y chipirones, con carnes jóvenes y de granja, y por supuesto con embutidos y quesos de todas las edades.
Lo recomendamos para su consumo inmediato o para su guarda.